Es un trastorno neurobiológico que afecta principalmente a niños y, en algunos casos, también persiste en la edad adulta. Se caracteriza por dificultades en la atención, impulsividad e hiperactividad, que son más pronunciadas y persistentes en comparación con el desarrollo típico.
Su frecuencia muldual es de 5.6%, lo que implica que en México existen probablemente 1 500, 000 escolares con este padecimiento.
El TDAH afecta en forma crónica y definitiva el desarrollo social, escolar y familiar, ya que puede perpetuarse hasta la adultez en una mitad a dos terceras partes de quienes lo padecen.
Es un trastorno crónico del desarrollo con un índice de heredabilidad de 80%. Se expresa atraves de una herencia compleja que junto con factores ambientales, determinan la expresión de este trastorno.
El trastorno se caracteriza por una combinación de síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. A continuación, se presentan los síntomas más comunes asociados al TDAH:
Inatención:
- Dificultad para prestar atención a los detalles y cometer errores por descuido.
- Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Dificultad para seguir instrucciones y completar tareas.
- Tiene problemas para organizar y planificar actividades.
- Tiende a perder objetos necesarios para tareas o actividades.
Hiperactividad:
- Mueve en exceso las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- Tiene dificultad para estar quieto en situaciones en las que se espera que esté quieto.
- Corre o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
- Tiene dificultad para jugar o participar en actividades de manera tranquila.
- Parece estar «motorizado» o actúa como si estuviera «en marcha».
Impulsividad:
- Responde antes de que se complete la pregunta o se haya escuchado completamente.
- Tiene dificultad para esperar su turno en situaciones de juego o en la conversación.
- Interrumpe o se entromete en las actividades de los demás.
- Tiene dificultad para controlar impulsos emocionales y comportamentales.
Es importante tener en cuenta qué estos síntomas deben estar presentes en varios entornos (por ejemplo, en casa, en la escuela, en el trabajo) y causar dificultades significativas en el funcionamiento diario. Además, un criterio importante es que los síntomas han sido persistentes desde antes de los 12 años.
La expresión clínica es variable con 3 diferentes presentaciones:
- Primariamente inatento 25%
- Primariamente hiperactivo 15%
- Mixto 60%